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5 claves para ser feliz todos los días


LIFESTYLE

La felicidad es una abstracción de la interioridad de cada persona, pero al convivir en sociedad, todos compartimos ciertos patrones que se reescriben en cada época. Actualmente, tenemos la dicha y sobre todo la oportunidad de vivir libres, de decidir el rumbo que deseamos caminar. Aunque en este andar natural también podemos tropezar con la crudeza de la realidad. La clave para salir bien librados de la oscuridad es aprender a brillar a diario con y a pesar de ella. Es por ello que hoy te presentamos las claves principales para que disfrutes tu vida cada día, aún en la adversidad:

5 claves para ser feliz todos los días

1. Nuevo día, nueva oportunidad.
Quizás si en tu descanso nocturno acarreas las preocupaciones de una semana complicada o de una tarde interminable, tu sueño no tendrá la función reparadora necesaria para el organismo, sino que dejará a tu cerebro construyendo ideas en vez de dejarlo descansar. Cuando despiertes, por lo tanto, estarás de mal humor y con la sensación de hartazgo acompañándote durante todas tus actividades.

Recuerda que en estos casos tienes que soltar las preocupaciones del ayer, afrontar las consecuencias (positivas y negativas) para darle paso a una nueva oportunidad: es tiempo de seguir adelante y de disfrutar con una sonrisa, la frente en alto y los sentidos alerta, cada nuevo reto que depare el destino.

2. Detente y escucha: habítate.
Es común que le des prioridad a todas tus tareas, ya que de ellas depende tu estabilidad económica y tu crecimiento profesional; sin embargo, no puedes permitir que estas te consuman a tal grado que te olvides de ti, de tu interior. Escucha a tu cuerpo, aliméntalo de pensamientos positivos, de proyectos emocionantes, de sueños y metas, pero también ubícalo en tu contexto habitual y adecua una rutina de bienestar físico y mental. Habita tu interior mientras cuidas tu exterior.

Ejercítate por las mañanas para que mantengas un buen ánimo todo el día. Acomoda un horario específico en tu agenda para descansar la mente. Alimenta tu organismo de placeres, pero también de nutrientes. La finalidad de estas acciones es mantenerte en equilibrio, con tranquilidad y lleno de energía.

3. Sé constante.
Si aprendes a organizar tu espacio, será más sencillo mantener un ritmo constante en tus deberes. Esto, además, implica que debes salir ahora mismo de tu zona de confort. Todos los días plantéate un nuevo reto, un pequeño detalle diferente que te libere de la monotonía. Un día dinámico y retador es una de las claves para que te obligues a no tirar la toalla, a trabajar por lo que anhelas y a mantener lo que tienes.

La constancia te permitirá desarrollar nuevas habilidades (aprender un nuevo idioma, aumentar tus conocimientos para optimizar tu empleo, etc.) y también evitará la frustración y el fastidio. Ten en cuenta que seguir tu propio ritmo no significa que te mantendrás en una línea recta, ya que puedes subir, bajar y nivelar tu exigencia para crecer y lograr tus objetivos.

4. Una acción no te define.
¿Sueles reprocharte cada error que cometes? El discurso interno tiene gran repercusión en tus emociones. Un autoinsulto no te ayuda a mejorar, sino que te condiciona al perfeccionismo. La realidad es que todos nos tropezamos, todos dudamos y nos arrepentimos, porque somos humanos y, precisamente, no somos perfectos. Aprende de tu error, analízalo, ubica las áreas de oportunidad, pero no permitas que te defina.

Esta filosofía también aplica para las buenas acciones. Si eres constante en tus creencias y en la forma de conducir tu vida, una sola buena acción tampoco definirá tu personalidad afable. Por el contrario, una cadena de acciones positivas (o negativas) sí caracteriza tu personalidad… Trabaja diario para el bienestar y la buena fortuna.

5. Descubre tu belleza.
Después de construir y moldear tu felicidad interna… ¡es tiempo de mostrarle al mundo la ventura de tu alma! Mírate fijamente al espejo y pregúntate qué es lo que más te gusta de lo que ves, qué es lo que no te gusta y qué es lo que puedes cambiar para mejorar tu autoestima. Tu belleza es un reflejo de tus acciones, de tus pensamientos, de tus convicciones… Regálale tiempo a tu cuerpo para desvelar su potencial.

La felicidad es un proceso, una construcción sin terminar, pero con mucho potencial por delante. Utiliza estas herramientas como base para encontrar estabilidad y alcanzar la prosperidad.